Proceso textil
En la Cooperativa AYNI, cada prenda de lana de alpaca es elaborada siguiendo un riguroso proceso artesanal que comienza en el altiplano y termina en tus manos. Nuestra dedicación a las técnicas tradicionales y el uso de fibras nobles garantizan productos de la más alta calidad. Explora cómo nuestras artesanas aymara transforman la lana de alpaca en obras de arte textil que honran nuestra cultura y tradición.

ESQUILA
Corresponde al proceso donde se corta y separa el vellón o conjunto total de fibra que cubre a la alpaca. Habitualmente la esquila se realiza entre octubre y noviembre meses más cálidos y de pasto fresco.
SELECCIÓN
Entre los tipos de vellón existe el “manto” que es la fibra obtenida desde el lomo y sus costados; y las “bragas” que se sacan del pecho, las extremidades y la cabeza del camélido. Luego de la esquila se limpian los pelos gruesos del contorno del cuero animal y se clasifica y separa la lana del vellón según edad, zona del cuerpo, largo y finura, y color.

CARDADO E HILADO
Con la fibra ya seleccionada y categorizada se separan las impurezas como pajas, abono de animal y mechas quemadas por el sol. Luego se carda para dar uniformidad al color y textura de la fibra, obteniendo una cinta suave y pareja. Posteriormente, la artesana hila usando una rueca artesanal vertical (p´ushka, en quechua y qapu, en aimara). Este proceso consiste en enroscar en una mano la fibra ya peinada y con la otra sujetar la rueca, haciéndola girar hacia el lado derecho para convertir -producto de la tensión- la fibra en un hilo.

TORCIDO
Se juntan generalmente dos hilos del mismo color y se tuercen con una rueca de madera más grande y pesada que la usada para hilar, puede hacerse a dos o cuatro cabos, tanto hacia la derecha como a la izquierda dependiendo de la finalidad de la prenda a tejer.

ENMADEJADO Y LAVADO
El hilado torcido se ordena en forma de madeja para su posterior lavado. Es importante que la madeja esté bien hecha para no tener dificultades al hacer el ovillo. Para este proceso se utiliza la enmadejadora.
En el proceso de lavado se elimina las impurezas, grasa y suciedad de la fibra. Los pasos son:
– Remojar la madeja en agua tibia o caliente por unos 35 minutos.
– En agua tibia se aplicar jabón neutro para lavar la madeja moviendo en un solo sentido sin estrujar o frotar, hasta que libere toda la grasa o suciedad de la fibra.
– Luego se enjuaga en agua tibia hasta que salga los restos de jabón y tierra.
– Para secar se escurre y extiende la madeja. sin exprimirla nunca.

OVILLADO
Es el proceso final antes del tejido, para ello se utiliza la ovilladora, preocupándose que el hilo este envuelto uniformemente para una adecuada presentación y fácil tejido.

TINTE POR MEDIOS NATURALES
Se obtienen a través del uso de plantas, insectos y minerales. Nuestras artesanas extraen sus tintes de plantas locales como la umatola, la siputola, el molle y la queñoa, además de la cochinilla (parásito que crece en las palmas de la tuna).

TINTE POR MEDIOS QUÍMICOS
Las anilinas son tintes químicos que permiten obtener una amplia gama de colores, generalmente muy brillantes e intensos. Su influencia en la textilería andina tiene ya viarias décadas, haciéndose más clara a partir de fines de la década de los ´70 e inicios de los ´80, principalmente en Bolivia y desde ahí hacia otras áreas del altiplano andino. Actualmente es muy importante hacer consciente el uso de productos certificados que no dañen el medioambiente.

URDIDO
Es el primer paso para iniciar la labor de tejido y uno de los más complejos ya que impacta directamente en la buena calidad del tejido final. Primero se seleccionan las lanas para ser urdidas, combinándolas y ordenándolas según el tipo de prenda y diseño que desee crear la tejedora. Los hilos se ordenan en números pares, manteniendo una tensión equilibrada que evite las rupturas de las hebras y buscando un reparto armonioso del color. Este proceso se realiza con urdidores especiales para telares a pedal fabricados por artesanos locales y que sirven de soporte a los hilados. De esta forma urden la lana que se trasladará al telar. Con la conquista española, se introdujo en todo el Altiplano el telar de pedales desarrollado en Europa desde el año 1000, actualmente se utilizan de 2 y 4 pedales (también fabricados por maestros locales), y aunque en un principio eran usados solo por varones, hoy día son principalmente las mujeres quienes los utilizan.

TRAMADO
Es la etapa final del proceso de tejido, y corresponde al cruce -mediante una lanzadera- de un hilado horizontal a la urdiembre. Según como hayan sido pasadas las hebras por las agujas del telar (en el urdido), y el movimiento que la tejedora haga de los pedales al tramar, se obtienen los distintos diseños: liso, cordellate o de espina, por citar algunos.

TERMINACIONES
Una vez que la prenda ha sido tejida, la tejedora procede a realizar las terminaciones que se requieran, por ejemplo, flecaduras, ocultamiento de hilos, uniones de paños, trabajo de bordes, reforzamiento de aberturas, entre otros.

CONTROL DE CALIDAD
Esta etapa es cada vez más relevante para las tejedoras ya que define factores que distinguen la calidad y fineza de su trabajo. Se observa, por ejemplo, que todas las prendas correspondientes a una misma categoría tengan iguales dimensiones, que no haya arrugas que afecten su presentación, que las terminaciones se hayan realizado correctamente corrigiendo imperfecciones aún presentes. El control de calidad es un trabajo colectivo donde todas las artesanas se responsabilizan y enseñan mutuamente.